Mis odios
01 Nov. 2022
¡Compatriotas!, nada de queridos compatriotas. ¿Quién es querido en esta raza de víboras? Es el momento de las confesiones: Odio con el alma envenenada por el rencor a terminajos como utilidades, dividendos, negocios, lucro, ganancias y, sobre todo, no tolero a los asquerosos traga-dólares, los malditos empresarios, aun cuando financian con sus impuestos mi 4T. Me dan asco esos hambreadores del pueblo, los históricos devoradores de dinero, el maldito excremento del diablo. Odio el dinero enviado a través de transferencias bancarias, pero el cash no me disgusta... Odio, sí, odio al periódico Reforma y a sus columnistas ultraconservadores.
Disfruto al irritar a los intelectuales y al escuchar los rugidos de ratón de sus publicaciones. Nunca me detendrán con sus letras, cuando yo cuento con las balas. Gozo al exasperar a los empresarios, a los periodistas chayoteros y hasta a mis colaboradores más cercanos. Me deleito al jugar con los sentimientos ajenos. Provocar es lo mío. Reviento en carcajadas al imaginar la furia de los neoliberales cuando declaro mi amor por Putin y reduzco mi relación con Biden a un trato entre vecinos. ¡Qué alegría volver a Badiraguato para detonar la rabia en las redes! Adoro los memes en donde se burlan de mí. ¡Qué carota pusieron cuando liberé a El Chapito! ¿No es divertido...? Incitar al coraje es uno de mis recreos favoritos durante las "Mañaneras".
Odio los mercados, odio el capital humano, odio a las casas calificadoras que me amenazan con una devaluación si acabo con la democracia, porque se fugarían miles de millones de dólares... ¿Cuándo aceptarán que vine a instalar una nueva dictadura en México y eso no es barato? Al gritar "Váyanse al diablo con sus instituciones", ¿no entendieron, tú...?
Odio, pero poquito, a mis opositores, unos corruptos que con tal de no pisar la cárcel le venden su alma al diablo. Gobernar un país de imbéciles y de corruptos es más sencillo que uno cultivado y respetuoso de la ley, por eso desmantelo la educación... ¿Cuántos amlovers saben que Pemex y CFE están quebrados? La ignorancia me beneficia, ¿no...? Odio a los gringos invasores o no y también a los españoles porque nos conquistaron a sangre y fuego, violaron a nuestras madres y nos convirtieron en hijos de mujeres ultrajadas, mujeres chingadas y, por lo tanto, los mexicanos somos unos hijos de la chingada. No, no somos hijos de la chingada, ¿o sí...?
Odio a los pobres incapaces de valerse por sí mismos y todavía tenemos que acercarles el alimento para que sobrevivan. Odio también a la clase media aspiracionista que se niega a vivir en una pobreza franciscana como yo, aquí, en palacio. Odio a los sabihondos que me insultan con sus conocimientos cuando solo aprendieron a robar en las universidades extranjeras. Odio la cultura y las artes que los pirrurris disfrutan para impresionar a terceros. ¡Hipócritas!
Me encanta retozar con las "corcholatas", otros cobardes que no me enfrentan aun cuando saben que nunca llegarán al poder. Insisto, odio a los cobardes, aunque me dio miedo ir al Senado para no encontrarme con Lilly Téllez....
La 4T arrasará con los organismos autónomos, sobre todo con el INE, porque don Porfirio, nada de tirano, acertó al declarar: "Quien cuenta los votos gana las elecciones" y yo, o uno de los míos, vamos a ganarlas en el 2024 para construir, tal vez, un Maximato moderno. ¿Todavía no entienden mi alianza con las Fuerzas Armadas? ¿Las evidencias no dicen nada? ¿Los fifís pretenden detenerme con otra de sus marchas en el Paseo de la Reforma? ¡Vamos, hombre...!
¿Al exonerar a mi hermano Pío no quedó claro por qué estoy en contra de un Estado de Derecho? ¿Verdad que al diablo también con la división de poderes para volver al país de un solo hombre...? Al atacarme porque durante mi 4T superaremos el millón de muertos por los 750 mil fallecidos por la pandemia, más 150 mil homicidios dolosos y 100 mil desaparecidos, muchos más finados que en la revolución, yo les contestaría al estilo de Stalin: "Un muerto es una tragedia, un millón de muertos es una estadística".
PD: Las anteriores líneas son parte de mi próxima novela, la continuación de mi México Roto.
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